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domingo, 8 de julio de 2012

AUTOS LOCOS

¡"Y allá van de nuevo...!" Con estas palabras comienza una carrera muy especial, una competición en la que la única regla es llegar a la meta antes que los demás. Once coches de diseño espectacular y otros tantos pilotos dispuestos a usar los trucos más ingeniosos son los protagonistas de "Los Autos Locos". Hoy, más de 30 años después de su estreno, mantiene la misma frescura y el mismo atractivo en cada una de sus increíbles carreras. El argumento es sencillo: once pilotos, a bordo de unos vehículos tan estrafalarios como sus propios conductores, recorren todo Estados Unidos participando en distintas etapas. Como ocurría en películas como "Los Locos de Cannonball" o "Los caraduras", el único objetivo es llegar el primero a la meta, pase lo que pase. La estrella absoluta de la serie es Pierre Nodoyuna, un francés que podría ser un excelente piloto si no perdiera el tiempo preparando las trampas más extrañas y originales. Para él, una victoria limpia no sería una auténtica victoria.

El malvado Pierre Nodoyuna (Dick Dastardly) y su fiel can Patán (Muttley), que corrían en el coche 00, se dedicaban a sabotear a sus rivales en vez de correr al igual que los demás participantes. Así fue como a lo largo de tres años no logró ganar ni una sola vez. Su bigote fino y largo, su joroba prominente y ese gorro pasado de moda eran una caricatura arquetípica del villano de las películas mudas. Pierre tuvo su propia serie en la cual se dedicó a perseguir a un palomo mensajero, junto a Patán, pero eso, como diría Kipling, es otra historia...

Los Hermanos Macana (the Slag Brothers): muy parecidos (quizás fueran parientes cercanos) al Capitán Cavernícola, estos hermanos conducían un coche bastante retrasado en tecnología pero al que la tracción a sangre liberaba del peligro de sufrir retrasos a causa de problemas en el motor, desperfectos en los frenos o simple carencia de gasolina.

El Espantomóvil (the Creepy Coupe) fue una especie de casa rodante que se asemejaba a algún altillo de película terrorífica como el de "Psicosis" (Psycho). Sus conductores eran Big Gruesome y Little Gruesome, dos extraños freaks que tenían un inquilino, un dragón, que usualmente escupía algo de fuego a corredores que se acercaban mucho al Espantomóvil.

El Profesor Locovich (Prof. Pat Pending): poco se revela a lo largo de la serie de este personaje. Aparentemente es un viejo bonachón que no hace daño a nadie y que se dedica a superar a sus adversarios mediante las nuevas prestaciones de su auto convertible (the Convert-A-Car), a la que podemos definir como una cruza entre avión, automóvil y lancha.

El Barón Humprisch (The Red Max) era fanático de los biplanos y su automóvil, el Stukarracuda (The Crimson Haybailer) es una especie de réplica del célebre biplano del Barón Rojo, el as de la caza aérea de la I Guerra Mundial. A pesar de ser el único auto dotado de un arma de guerra (una ametralladora reglamentaria), el buen Barón solamente la utiliza para remover eventuales obstáculos.

Penélope Glamour (Penelope Pitstop) fue la única piloto femenina (una adelantada) y fue también objeto de alguna cortesía rayana en la galantería por parte de Pedro Bello. Penélope fue personaje central en una de las dos series a las que Los Autos Locos dio lugar: Los Peligros de Penélope Glamour, inspirada en "The Perils of Pauline" una serie de la época del cine. Curiosamente el uniforme de Penélope se asemeja al de Pierre Nodoyuna, otro personaje calcado del cine mudo.

Matthew y sus Pandilleros (Clyde and the Ant Hill Mob) fue una pandilla de siete hombres de estatura más bien pequeña (por no decir enanos) que corrían en la Antigualla (the Bullet Proof Bomb) un auto de los años '20. A pesar de ser bandidos y pandilleros, en las carreras optan por tratar de superar los escollos de cada competencia de manera mancomunada y ordenada (aunque usualmente la ineptitud de todos es tan evidente que los aleja demasiado del éxito). Aún así tuvieron éxito y pasaron a la serie de Penelope Glamour apareciendo para auxiliar a la heroína en momentos difícil. La inspiración es obvia a Blancanieves y los Siete Enanos, aunque estos gangsters de Chicago han llegado a ser más toscos e idiotas que aquellos enanos. 
AUTOS LOCOS (1968)

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